martes, 18 de julio de 2017

317 INTERNOS EN CENTROS DE CORRECIÓN CURSAN ESTUDIOS UNIVERSITARIOS EN PSICOLOGIA, DERECHO Y EDUCACIÓN

Labor. María Crisálida Díaz ha estado trabajando desde hace 27 años a favor de que se brinde educación a hombres y mujeres privados de libertad en diferentes cárceles del país. Por su labor fue escogida como una de las diez Mujeres que Cambian al Mundo 2017 .
Obtener la libertad para quienes están privados de ella es una tarea difícil, pero aún más es reinsertarse a la sociedad. Esa es la realidad que ha visto cada día María Crisálida Díaz, una  mujer que decidió llevar a las cárceles del país lo que ella considera que es la herramienta para ser verdaderamente libre:la educación.
“La vida dentro de las cárceles es difícil y por eso es que luchamos para dar esa herramienta para que puedan reinsertarse al mundo laboral y la  sociedad los pueda aceptar”, afirma la dama,  ideóloga y coordinadora de los programas universitarios en los centros penitenciarios.
Díaz, una de las diez “Mujeres que Cambian al Mundo 2017” del Banco BHD León, ha dedicado más de 20 años de su vida a abrir la oportunidad de la formación a los internos de los Centros de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres, Najayo Hombres, Rafey en Santiago, La Isleta de Moca y San Pedro de Macorís.
Lo que comenzó como una evangelización en la cárcel de La Victoria y luego en un programa de alfabetización en los años noventa, hoy es un proyecto de educación superior donde  los internos cursan estudios de psicología, derecho y educación, pero además, talleres de crecimiento personal y manejo de emociones.
“Empezamos en La Victoria en el año 1989 y 1990 evangelizando, continuamos alfabetizando, en el año 1994 me movieron mis muchachos para Najayo y desde ese
entonces estamos allá”, expresó Díaz.
Encargada de asuntos carcelarios de la Fundación Mujeres por la Educación, la dama expresa que antes de pasar al programa universitario, pactaron con el Infotep dejando implementados en casi todas las cárceles del país los programas técnicos que aún existen.
 “Ese renglón de alfabetización y trabajos laborales está a cargo de otro grupo pero es un legado de la Fundación Mujeres por la Educación y ahora tenemos la niña linda que se llama programa universitario, con un grupo ya graduado de 304 y 38 a graduarse en diciembre”, dijo.
Actualmente 317 personas reciben clases y  38 internas de la cárcel de Najayo Mujeres se graduarán en diciembre en  psicología y derecho.
 “Tenemos seis abogados graduados, liberados y ejerciendo en nuestra sociedad”, afirma.
 En el programa no solo son becados los internos, sino también los vigilantes penitenciarios y el personal administrativos. “Eso para nosotros es una especie de equilibrio dentro de las aulas, además de que es una población pobre también”, agregó. De los 300 participantes, 60 son vigilantes y administrativos,  y de ellos tres se van a graduar en diciembre próximo.
HAY 84 A LA ESPERA:
El programa es apoyado por  la Universidad de la Tercera Edad, que exonera la inscripción y libra, de acuerdo con Díaz,  de un pago fuerte porque llevar las clases a las cárceles es una labor costosa.
El anhelo es poder llevar el programa a todas las cárceles, pero el factor económico no lo facilita.
La Fundación Mujeres por la Educación consigue becas por los  seis años que dura la carrera, a través de aportes solicitados a instituciones y empresas privadas.
“Tenemos 84 personas en San Pedro de Macorís que por el momento no están estudiando porque las clases está suspendidas por falta de recursos y por falta de un vehículo para transportar los profesores”, manifestó Díaz.
Explicó que una institución aportaba para el programa en la región este, pero al dejar de dar el apoyo, los estudiantes quedaron en el quinto cuatrimestre de la carrera universitaria.
El programa cuenta con 40 maestros y cuatro coordinadoras, personal al que hay que pagar salario, además de materiales para la docencia entre otras necesidades.
Díaz informó que actualmente hay 300 personas esperando ser beneficiadas, pero no ha sido posible por la falta de recursos.
El Gobierno aporta, pero muy tímidamente. La Procuraduría facilita los espacios para la docencia pero Díaz aboga porque sea mayor la aportación para poder llevar el programa a más cárceles.
Extraido de: http://www.listindiario.com/la-republica/2017/07/18/474564/la-educacion-consagra-la-libertad
Por: Jochy Hernández. 

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